De Corazón a corazón: 1Re 8,22-23.27-30 (Escucha la oración de tu siervo… escucha y perdona"); Mc 7,1-13 ("Su corazón está lejos de mí")

Contemplación, vivencia, misión: Es lo peor que nos puede pasar: hacer decir a la Palabra de Dios nuestras preferencias, por buenas que sean. Cuando uno se busca a sí mismo, entonces no busca a Dios con todo el corazón. Las consecuencias pueden ser fatales, como al final de la vida de Salomón. La oración humilde alcanza el perdón. Cuando sobreponemos nuestras preferencias a los planes de Dios, se tergiversa el orden de las cosas.

*En el día a día con la Madre de Jesús: Los propios esquemas y preferencias tienen que ceder ante la presencia, la palabra y el amor de Cristo. María, ante la Palabra de Dios, "se admiraba", "escuchaba", "meditaba", para decir que "sí" con todo el corazón.

*Alegría del Evangelio, renovación misionera: "Ya no nos sirve una «simple administración». Constituyámonos en todas las regiones de la tierra en un estado permanente de misión" (Evangelii Gaudium, n.25)

Para la Virgen de Lourdes, ver Año Litúrgico (fiestas de María)