De Corazón a corazón: Sab 18,6-9 ("Los santos correrán en común las mismas aventuras"); Heb 11,1-2.8-19 ("La fe es garantía de lo que se espera… Por la fe, Abraham"…); Lc 12,32-48 ("No temas, pequeño rebaño, porque al Padre le ha parecido bien daros el Reino")

Contemplación, vivencia, misión: La "fe" es siempre un don de Dios, que pide y hace posible una respuesta fiel y generosa. El mejor modo de conocer qué es la fe consiste en observar el ejemplo de los santos: Abraham, María ("feliz la que ha creído"). En el fondo es dejarse sorprender por Dios: por su Palabra, por sus dones, por su presencia en medio de los hermanos. Estamos llamados a ser contemplativos y admiradores de Dios para anunciarlo a toda la humanidad.

* En el día a día con la Madre de Jesús: El Señor se nos manifiesta en signos "pobres" (Iglesia, hermanos, acontecimientos), especialmente en su Palabra, su Eucaristía, su familia eclesial. "Dichosos los que no han visto y han creído" (Jn 20,29). Esta afirmación de Jesús recuerda la fe de María (cfr. Lc 2,45).

AÑO DE LA FE: "La fe es una llama que se hace más viva cuanto más se comparte, se transmite, para que todos conozcan, amen y profesen a Jesucristo, que es el Señor de la vida y de la historia (cf. Rm 10,9)" (Papa Francisco, JMJ, 29 julio 2013)