De Corazón a corazón: Is 66,10-14 ("Alegraos con Jerusalén… en brazos seréis llevados"; Jn 2,1-11 ("Haced lo que él os diga"). Para el lunes semana quinta Tiempo Ordinario: Gen 1,1-19; Mc 6,53-56 (ver Año Litúrgico)

Contemplación, vivencia, misión: La mayor desgracia del ser humano consiste en no querer escuchar la voz de Dios. La salud inicia en un corazón unificado, que sabe escuchar a Dios y a los hermanos, alegrarse con el bien de los demás, convivir y compartir. Quien sabe escuchar, sabe hablar. Sólo Jesús puede curar un corazón dividido, sordo y mudo: "Con sus heridas habéis sido curados" (1Pe 2,24). "La fe que nace del encuentro con la divina Palabra nos ayuda a considerar la vida humana como digna de ser vivida en plenitud también cuando está aquejada por el mal" (VDo 106).

*En el día a día con la Madre de Jesús: La "ternura de Dios" (VDo 106) respecto a la personas que sufren, tiene trazos de "maternidad". María, como Madre de Jesús, vive en sintonía con la "compasión" (ternura materna) de Jesús en sus vivencias (Mc 8,2) y en sus enseñanzas (Lc 15,20),

AÑO DE LA FE: "El Año de la fe que estamos viviendo constituye una ocasión propicia para intensificar la diaconía de la caridad en nuestras comunidades eclesiales, para ser cada uno buen samaritano del otro, del que está a nuestro lado" (Benedicto XVI, Mensaje Jornada Mundial Enfermos 2013)