domingo, 26 de octubre de 2014

Filipenses 2,5-11

Tened entre vosotros los mismos sentimientos que Cristo:
2:6 El cual, siendo de condición divina, no codició el ser igual a Dios
2:7 sino que se despojó de sí mismo tomando condición de esclavo. Asumiendo semejanza humana y apareciendo en su porte como hombre,
2:8 se rebajó a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte y una muerte de cruz.
2:9 Por eso Dios lo exaltó y le otorgó el Nombre, que está sobre todo nombre.
2:10 Para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos,
2:11 y toda lengua confiese que Cristo Jesús es el SEÑOR para gloria de Dios Padre.


stagduran
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