De Corazón a corazón: Hech 5,34-42 ("Contentos de sufrir ultrajes por el Nombre"); Jn 6,1-15 ("Cinco panes y dos peces")

Contemplación, vivencia, misión: La alegría de sufrir por Jesús no nace de una gimnasia interna de narcisismo, sino de recibir con gratitud el regalo de compartir su misma vida. Jesús mismo se hizo "pan partido", ya simbolizado en la multiplicación de los panes y de los peces, pero especialmente en la Eucaristía. Con él se aprende que "hay más alegría en dar que en recibir" (Hech 20,35).

*En el día a día con la Madre de Jesús: "Por obra del Espíritu Santo nació él de una Virgen, y por obra del mismo Espíritu Santo fecundó también su Iglesia pura, a fin de que, a través del bautismo, dé a luz una multitud innumerable de hijos de Dios" (San León Magno, Sermón 12). "La Iglesia aprende de María su propia maternidad" (San Juan Pablo II)

*Alegría del Evangelio, renovación misionera: "La memoria del pueblo fiel, como la de María, debe quedar rebosante de las maravillas de Dios" (Evangelii Gaudium, n.142)