De Corazón a corazón: Ez 18,21-28 ("No me complazco en que muera… sino que se convierta y viva"); Mt 5,20-26 ("Ve primero a reconciliarte con el hermano; luego vuelves y presentas tu ofrenda")

Contemplación, vivencia, misión: La lógica de Dios Amor es siempre de misericordia y de perdón. Nos ha creado y nos sostiene para "vivir" una vida plena en Él. El "precio" para conseguir este objetivo es la oferta libre y total de Jesús desde el seno de María hasta la cruz. Quien no se une a esta donación de Jesús, pierde la verdadera vida que es el amor de donación y de gratuidad. La oración y el sacrificio valen si están sostenidos por el amor.

*En el día a día con la Madre de Jesús: Cuando María, con José, "ofrecieron" al niño  Jesús en el templo (cfr. Lc 2,22), ella tenía su corazón unificado por el servicio de caridad a su prima Isabel, por la atención a los pastores y por la convivencia con San José.

*Alegría del Evangelio, renovación misionera: "Si ven el testimonio de comunidades auténticamente fraternas y reconciliadas, eso es siempre una luz que atrae" (Evangelii Gaudium, n.100).