De Corazón a corazón: 1Pe 1,3-9 ("Gran misericordia… resurrección de Jesucristo… esperanza viva… rebosáis de alegría… afligidos con diversas pruebas"); Mc 10,17-27 ("Jesús le miró con amor… ven y sígueme")

Contemplación Vivencia Misión: En la historia de cada persona, todo comienza con una mirada amorosa de Dios que llama a la existencia y a la participación de la vida nueva en Cristo. A Pedro le miró Jesús al recibirle por primera vez (cfr. Jn 1,42) y luego al mostrarle su misericordia cuando le había negado (cfr. Lc 22,61). Las miradas de Jesús son de quien nos lleva a todos y cada uno en su corazón. Al joven "rico" del evangelio le invitó a compartir su misma vida, pero el "pobre" tenía sus preferencias caducas que le arruinaron y le dejaron en la soledad y en la tristeza. No captó la declaración de amor del "sígueme".

*En el día a día con la Madre de Jesús: En las pupilas de María se refleja la mirada de Jesús. "Nosotros hoy fijamos en ella la mirada, para que nos ayude a anunciar a todos el mensaje de salvación, y para que los nuevos discípulos se conviertan en agentes evangelizadores" (Evangelii Gaudium, n.287)

*Alegría del Evangelio, renovación misionera: "La mirada del discípulo misionero se «alimenta a la luz y con la fuerza del Espíritu Santo" (Evangelii Gaudium, n.50)