De Corazón a corazón: Is 7,10-14 (“Le pondrá por nombre Emmanuel, Dios con nosotros”); Heb 10,4-10 (“Al entrar en este mundo dice… vengo para hacer tu voluntad”); Lc 1,26-38 (“Vas a dar a luz un hijo… Jesús… El Espíritu Santo vendrá sobre ti… Hágase en mí según tu palabra”)

Contemplación, vivencia, misión: Todos los detalles de la historia de la humanidad recobran su sentido en el "sí" de Jesús al Padre desde el seno de María, el día de la Anunciación (Encarnación del Verbo por obra del Espíritu Santo). Desde aquel momento, Jesús es el "Mediador" perfecto entre Dios y los hombres, Sacerdote y Víctima. "El Verbo se hizo carne" como "Emmanuel", Dios con nosotros, que hace de la historia humana su misma biografía. Ya podemos ser un retazo de su misma vida.

*En el día a día con la Madre de Jesús: María, "con su sí a la Palabra de la Alianza y a su misión, cumple perfectamente la vocación divina de la humanidad" (Verbum Domini n.27). Nuestra fe tiene su paradigma en el "sí" de María. Con ella, ya podemos hacer de la vida un "sí" insertado en el de Cristo.

*Alegría del Evangelio, renovación misionera: “Esta salvación vino a nosotros a través del «sí» de una humilde muchacha de un pequeño pueblo perdido en la periferia de un gran imperio” (Evangelii Gaudium, n.197)