De Corazón a corazón: Sant 5,13-20 (Unción de un enfermo: "Los presbíteros oren sobre él y le unjan con el óleo en el nombre del señor. La oración de la fe salvará al enfermo"); Mc 10,13-16 ("Dejad que los niños vengan a mí… de los que son como ellos es el Reino de los cielos")

Contemplación, vivencia, misión: Los predilectos de Jesús son siempre los pequeños, los pobres, los enfermos y todos cuantos necesiten de su compasión y perdón. Es una predilección que no excluye a nadie, porque todos somos de barro quebradizo. La cuestión es reconocer la propia realidad y aceptarla para transformarla. La curación es siempre posible, sobre todo en el corazón. La sanación integral sólo es posible recibiendo a Cristo presente en su Palabra, en su Eucaristía, en los demás sacramentos y en la comunidad donde uno vive. Entonces uno se sabe amado y capacitado para amar. Abriéndose a las necesidades de los demás, desde Cristo, se curan muchas enfermedades reales o imaginarias.

*En el día a día con la Madre de Jesús: María acompañó durante tres meses a su prima Santa Isabel mientras gestaba a quien sería el Precursor.

*Alegría del Evangelio, renovación misionera: “Cuántos cristianos dan la vida por amor: ayudan a tanta gente a curarse o a morir en paz en precarios hospitales… o se desgastan en la educación de niños y jóvenes, o cuidan ancianos abandonados” (Evangelii Gaudium, n.76)