De Corazón a corazón: 2Sam 11,1-10.13-17 (Pecados de David); Mc 4,26-34 ("El Reino de Dios es como un hombre que echa la semilla en la tierra")

Contemplación, vivencia, misión: Todo lo “pequeño” es grande si refleja el amor de Dios. Se siembra un gesto de servicio, a veces desconocido, y produce fruto incalculable. Muchas personas han dedicado su vida a la santificación de los sacerdotes, como la Venerable Luisa Margarita Claret de la Touche. Muchas personas han quedado contagiadas de este ideal (como la Beata María Inés-Teresa Arias). Han sido pequeñas semillas de oración y sacrificio, que han sostenido miles de vidas sacerdotales en su entrega generosa, al margen de la publicidad.

*En el día a día con la Madre de Jesús: La debilidad humana es mucha (como la de David), pero el Señor ha escogido lo débil para mostrar su poder misericordioso. María, la “sierva de Señor” y “llena de gracia”, experimentó más que nadie la misericordia.

*Alegría del Evangelio, renovación misionera: “La alegría del Evangelio que llena la vida de la comunidad de los discípulos es una alegría misionera. La experimentan los setenta y dos discípulos, que regresan de la misión llenos de gozo (cf. Lc 10,17)” (Evangelii Gaudium, n.21)