De Corazón a corazón: Is 7,10-14 ("Le pondrá por nombre Emmanuel", Dios con nosotros); Lc 1,26-38 ("Alégrate, llena de gracia… el Espíritu Santo vendrá sobre ti… Hágase en mí según tu palabra")

Contemplación, vivencia, misión: Toda la historia humana es un diálogo paterno e incluso "nupcial" de Dios. Su "sí" de verdadero y perpetuo amor ya lo ha dejado impreso en la historia y en nuestro corazón. Falta el "sí" de nuestra respuesta. Cristo, "Dios con nosotros", ya desde el seno de María, ha hecho de la vida un "sí" en nombre nuestro (cfr. Lc 10,21; Heb 10,5-7). Nuestra historia sólo recupera su sentido en este "sí" y se transforma en su historia. El evangelio descubre su significado a quienes quieren hacer de la vida un "sí".

*Hacia la Navidad con la Madre de Jesús: Quiso el "sí" de su Madre como "paradigma" del nuestro. Es el "sí" de una vida sencilla hecha relación, donación y sintonía. "Desde la Anunciación hasta la Cruz, María es aquélla que acoge la Palabra que se hizo carne en ella" (Sacramentum Caritatis 33).

*Alegría del Evangelio, renovación misionera: "El corazón de Dios tiene un sitio preferencial para los pobres, tanto que hasta Él mismo «se hizo pobre» (2Cor 8,9)… Esta salvación vino a nosotros a través del «sí» de una humilde muchacha de un pequeño pueblo perdido en la periferia de un gran imperio" (Evangelii Gaudium, n.197).