De Corazón a corazón: Is 35,1-10 ("Ánimo, no temáis… Dios viene a salvaros");  Lc 5,17-26 ("Tus pecados te son perdonados… Levántate")

Contemplación, vivencia, misión: Una "teoría" sobre Dios no soluciona ningún problema. Dios es "alguien" y no un simple idea;  está presente y nos ama. Pero sorprendentemente ha querido estar presente haciéndose uno de nosotros, Dios hecho hombre, compartiendo nuestra historia. Es "Jesús", el único "Salvador". María y José, camino de Belén, irían "ensayando" este nombre que ya era una realidad viviente en el seno de María. En el evangelio Jesús se muestra así: el único que puede "sanar" desde la raíz, asumir nuestros pecados, borrarlos del todo y hacernos partícipes de su misma vida.

*En el día a día, hacia la Navidad con la Madre de Jesús: "Estábamos en el seno de María" (San Anselmo). "La fe es garantía de lo que se espera" (Heb 11,1). "Señor, enseña a mi corazón dónde y cómo buscarte, dónde y cómo encontrarte… Deseando te buscaré, buscando te desearé, amando te hallaré y hallándote te amaré" (San Anselmo, Proslogion).

*Alegría del Evangelio, renovación misionera: "Él nos permite levantar la cabeza y volver a empezar, con una ternura que nunca nos desilusiona y que siempre puede devolvernos la alegría" (Evangelii Gadium, n.3).

Para la INMACULADA o S.Juan Diego, ver: AÑO LITÚRGICO.