De Corazón a corazón: Rom 1,16-25 ("Yo no me avergüenzo del evangelio"); Lc 11,37-41 (Jesús denuncia la actitud hipócrita de los fariseos: "Limpiáis por fuera la copa… por dentro estáis llenos de maldades")

Contemplación, vivencia, misión: Pensar, vivir y anunciar el evangelio equivale a compartir la misma vida de Jesús crucificado y resucitado. Esta aventura cristiana no estará nunca de moda. Sin autenticidad en el corazón, uno se inventa excusas de mal pagador para  no testimoniar el evangelio tal como es. Las actitudes farisaicas nos acechan continuamente a la puerta del corazón. La sanación consiste en aprender a mirar a los demás con la mirada misericordiosa de Jesús.

*En el día a día con la Madre de Jesús: "Con él Rosario, el pueblo cristiano aprende de María a contemplar la belleza del rostro de Cristo y a experimentar la profundidad de su amor" (Bto. Juan XXIII, RVM 1).

AÑO DE LA FE: "La fe conoce por estar vinculada al amor, en cuanto el mismo amor trae una luz. La comprensión de la fe es la que nace cuando recibimos el gran amor de Dios que nos transforma interiormente y nos da ojos nuevos para ver la realidad" (Lumen Fidei, n.26). Para Sta. Teresa de Ávila, ver: Año Litúrgico (Santos)