De Corazón a corazón: 1Tim 4,12-16 ("Dedícate a la lectura… a la enseñanza… No descuides el carisma que se e comunicó por imposición de las manos de los presbíteros"); Lc 7,36-50 ("Quedan perdonados sus muchos pecados porque ha mostrad mucho amor")

Contemplación, vivencia, misión: Jesús alaba el mucho amor de la pobre pecadora. Pero es él mismo quien manifiesta mejor ese amor sin medida. Su amor, injertado en el nuestro, borra todos los pecados y nos hace renacer a la vida nueva. Cristo es nuestra esperanza: perdona y hace posible que le amemos con su mismo amor. Los carismas o gracias especiales que se reciben, son para servir humildemente y pertenecen a todo el pueblo de Dios.

*En el día a día con la Madre de Jesús: María, la toda santa, amó más a Cristo porque fue redimida de modo eminente. En su "Magníficat" agradece la misericordia y se hace servidora y mensajera de la misma.

AÑO DE LA FE: "El que cree, aceptando el don de la fe, es transformado en una creatura nueva, recibe un nuevo ser, un ser filial que se hace hijo en el Hijo. « Abbá, Padre », es la palabra más característica de la experiencia de Jesús, que se convierte en el núcleo de la experiencia cristiana (cf. Rom 8,15)" (Lumen Fidei, n.19).