De Corazón a corazón: Núm 21,4-9 ("Moisés puso una serpiente de bronce en un mástil"); Fil 2,6-11 (Cristo "se humilló, por lo cual Dios lo exaltó"); Jn 3,13-17 ("Así tiene que ser levantado el Hijo del hombre")

Contemplación, vivencia, misión: La "Cruz" es la máxima prueba del amor: darse a sí mismo llevándonos en su corazón. Así nos amó Jesús desde el seno de María y en toda su vida. Al anunciar este misterio a Nicodemo, expresa la cima de la revelación sobre el amor de Dios. Es la característica del amor de Dios, que se hace hombre para asumir la historia de cada uno, purificarla y hacerla partícipe de su misma vida: "De tal manera amó Dios al mundo, que le dio a su Hijo unigénito" (Jn 3,16).

*En el día a día con la Madre de Jesús: La "exaltación de la Cruz" indica la fecundidad de una vida gastada por amor. Este lenguaje sólo se entiende de corazón a corazón. María es la Madre más fecunda, de pie  junto a la Cruz.

AÑO DE LA FE: ""Los evangelistas han situado en la hora de la cruz el momento culminante de la mirada de fe, porque en esa hora resplandece el amor divino en toda su altura y amplitud" (Lumen Fidei, n.16).