De Corazón a corazón: Hech 9,31-42("Iglesias llenas de la consolación del Espíritu Santo"); Jn 6,60-69 ("¿A quién iremos?")

Contemplación, vivencia, misión: Las tormentas y los vaivenes de la historia se disipan cuando el corazón está centrado en "Alguien" (¿a "quién" iremos?). Entonces la vida recupera su sentido en Cristo, "pan de vida", como Palabra y Eucaristía, presente en medio de los hermanos. La Iglesia primitiva, como la de cada época, estaba zarandeada por dificultades externas e internas. Por ser fiel a Cristo (que tiene "palabras de vida eterna"), estaba siempre llena de la consolación del Espíritu de amor. La vida es hermosa y gozosa cuando se construye amando.

*En el día a día con la Madre de Jesús: La referencia al "cenáculo", donde se ora "con María" (Hech 1,14), unifica el corazón y la comunidad.

AÑO DE LA FE: "La fe nace de la escucha, y se refuerza con el anuncio… Adorar al Señor quiere decir darle a él el lugar que le corresponde; adorar al Señor quiere decir afirmar, creer – pero no simplemente de palabra – que únicamente él guía verdaderamente nuestra vida … Adorar es despojarse de nuestros ídolos, también de esos más recónditos, y escoger al Señor como centro, como vía maestra de nuestra vida" (Papa Francisco, 14 abril 2013).