De Corazón a corazón: Sab 7,7-11 ("Supliqué y me fue concedida la sabiduría… la preferí a los cetros y a los tronos"); Heb 4,12-13 ("La Palabra de Dios es viva y eficaz"); Mc 10,17-30 ("Jesús lo miró con amor y le dijo: … Vende todo… ven y sígueme").

Contemplación, vivencia, misión: El "sígueme" siempre está cargado de resonancias del Corazón de Cristo. Decía San Juan de Ávila: "es una recia palabra". Si se atiende a su mirada de amor, todo lo demás se cae por su peso porque es pura chatarra. Su palabra, siempre "viva y eficaz", como recién salida de su Corazón, es invitación a seguirle: él no capacita para amarle con su mismo amor. No hay otra sabiduría  perfecta fuera de la Verdad y la Vida que es el mismo Jesús. Él es el Camino (Dios hecho hombre) hacia el Padre, en el Espíritu Santo.

En el día a día con la Madre de Jesús: María es "sede de la Sabiduría". "Con el rosario, nos dejamos guiar de María, modelo de fe, en la meditación de los misterios de Cristo, para que día a día, podemos asimilar el Evangelio, de tal forma que modele toda nuestra vida" (Benedicto XVI, 7 octubre 2012).