De Corazón a corazón: Gen 2,18-24 ("No es bueno que el hombre esté solo… El Señor formó la mujer"); Heb 2,9-11 ("A Jesús le vemos coronado de gloria y dignidad por haber sufrido la muerte… en beneficio de todos"); Mc 10,2-16 ("Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre")

Contemplación, vivencia, misión: La humanidad entera y cada ser humano está llamado a ser reflejo de Dios Amor, donde cada persona es sólo relación de donación. Ser familia y vivir en familia es nuestra razón de ser. Jesús "hermano" y "esposo" de toda la humanidad hace posible que en el matrimonio resuene su "sí" al Padre, en el amor de Espíritu Santo. Él, desde la Encarnación, ha elevado el matrimonio de los "bautizados" a ámbito de este "sí" de donación esponsal. Pero su vida de donación es el punto de referencia y llama a algunos a ser signo de este su amor esponsal y virginal, como anticipación de una realidad de resucitados en Cristo. Sólo los "niños" captan que todo esto es don de amor del Padre de todos los pueblos.

En el día a día  con la Madre de Jesús: Las diferencias son para completarse y realizarse amando de verdad. La Sagrada Familia (Jesús, María y José) son el punto de referencia. Benedicto XVI  nos invita a "redescubrir el valor de la oración del Rosario como camino para un encuentro personal con Cristo".

SAN JUAN DE ÁVILA, NUEVO DOCTOR DE LA IGLESIA UNIVERSAL (7 octubre 2012) "Su profundo conocimiento de la Sagrada Escritura, de los santos padres, de los concilios, de las fuentes litúrgicas y de la sana teología, junto con su amor fiel y filial a la Iglesia, hizo de él un auténtico renovador, en una época difícil de la historia de la Iglesia" (Benedicto XVI).