De Corazón a corazón: 1Cor 5,1-8 ("Purificaos de la levadura vieja… Cristo ha sido inmolado"); Lc 6,6-11 ("Extiende tu mano… quedó restablecida")

Contemplación, vivencia, misión: La fe cristiana es "adhesión" personal a Cristo resucitado, aceptando su mensaje en el corazón. Es, pues, encuentro y amistad que da sentido a la vida. San Pablo ofrece un programa maravilloso: "Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe" (Col 2,7). Hay que quitar "la levadura vieja" de nuestras tonteras y relativismos. Si Cristo ha dado la vida por todos, entonces nuestra existencia debe y puede hacerse donación con él y él.

*En el día a día con la Madre de Jesús: El Señor sólo nos pide el gesto sencillo de "extender la mano", o mejor las dos, para recibir, para asimilar y para compartir su salvación. María sigue compartiendo a manos llenas todo lo que recibió como Madre de Jesús y nuestra.