De Corazón a corazón: 1Cor 1,17-25 ("No desvirtuar la cruz de Cristo… fuerza y sabiduría de Dios"); Mt 25,1-13 ("Ya llega el Esposo… arreglaron sus lámparas")

Contemplación, vivencia, misión: La vida cristiana está marcada por la "cruz", como regalo de bodas de Cristo Amigo y Esposo. No es propiamente el sufrimiento (aunque éste es inherente a nuestra vida humana actual), sino el desprendimiento de todo lo que no suene a amor y donación. La fuerza de Dios es el amor. Dios hecho hombre, Jesús, ha compartido nuestra existencia y la ha transformado en una página de su misma biografía. Nuestra "suerte" es la suya. Sin la lamparita de la fe, todo nos parecería fantasmas.

*En el día a día con la Madre de Jesús: La espera de la venida de Cristo es, a veces, dolorosa. La vida apostólica es fecunda si está marcada por la cruz. "De pie junto a la cruz" (como oferente y ofrecida) es la característica de la vida de María figura de la Iglesia.