De corazón a corazón: Ex 16, 2-4.12-15 (El maná: "Éste es el pan que os da el Señor"); Ef 4,17.20-24 ("Renovaos en vuestro espíritu… revestíos del hombre nuevo"); Jn 6,24-35 ("Yo soy el pan de vida, el que cree en mí no tendrá más hambre, el que viene a mí no tendrá más sed")

Contemplación, vivencia, misión: Jesús sigue hablando al corazón, aquí y ahora: "Yo soy el pan de vida". Sólo él da sentido a la vida. Sin él, hambreamos y buscamos sucedáneos que no llenan el corazón. Vivir en él supone ir dejando lo que no es él. Se deja todo en el sentido de usarlo todo de modo adecuado, porque todos los dones de Dios son para compartir. Creer en Jesús es adherirse personalmente a él, conocerle amando, "revestirse" de él, para pensar, sentir, valorar, amar y vivir como él.

En el día a día con la Madre de Jesús: "Madre nuestra, enséñanos a creer, esperar y amar contigo. Indícanos el camino hacia su reino. Estrella del mar, brilla sobre nosotros y guíanos en nuestro camino" (Benedicto XVI, Spe Salvi, n.50)

Para Santa Mª Mayor, ver Año Litúrgico, Fiestas de María.