De Corazón a corazón: Jer 23,1-6 ("Yo mismo recogeré los restos de mi rebaño… Suscitaré pastores que los apacentarán"); Ef 2,13-18 ("Cristo es nuestra paz… por él todos tenemos acceso al Padre en un mismo Espíritu"); Mc 6,30-34 ("Venid conmigo a un lugar retirado… Viendo tanta gente, se compadeció de ellos porque eran como ovejas sin pastor")

Contemplación, vivencia, misión: Siempre se encuentran baratijas y espejismos en nuestro caminar histórico. Y también quienes se aprovechan de la debilidad de los hermanos y hacen negocios sucios. Pero Dios se muestra siempre como el verdadero pastor, que, sin utilizarnos, nos ama porque Él es bueno, sin esperar que nosotros seamos buenos. Sólo Jesús puede pacificar nuestro corazón, insertándolo en su misma vida divina. Nuestra nueva vida es así: por Cristo, en el Espíritu, al Padre. Se compadece para rehacernos con su misma vida.

En el día a día con la Madre de Jesús: El mejor modo de descansar es vivir en sintonía con Cristo, tanto para "retirarnos" a solas con él, como para compartir su mismo celo y compasión de Buen Pastor. Ningún corazón humano ha vivido en tanta sintonía con él como su Madre y nuestra.