De Corazón a corazón: 2Cro 24,17-25 ("El Señor les envió profetas… pero no les prestaron oídos"); Sal 89,4; Mt 6,24-34 ("Mirad las aves… los lirios… Ya sabe vuestro Padre celestial… buscad primero su reino y su justicia")

Contemplación Vivencia Misión: Dios sigue hablando al corazón de cada persona y de cada pueblo. Para captar su mensaje de amor eterno y providente, bastaría con "mirar" las flores con un corazón unificado y abierto a la verdad y al bien. Nuestros deseos y nuestra escala de valores nos definen como auténticos o como falsos. La historia no se descifra, sino es a la luz del amor, recibido y donado, por Cristo, con él y en él, que es la Palabra definitiva del Padre.

* En el día a día con la Madre de Jesús: La Palabra de Dios se convierte en especulación estéril, si no se escucha en sintonía con los latidos del Corazón de Cristo Resucitado, presente en la Eucaristía, hecho pan partido "para la vida del mundo". María era portadora de la Palabra, "pan de vida".