De Corazón a corazón: Hech 18,1-8 (En Corinto "Pablo se entregó por completo a la predicación de la Palabra"); Jn 16,16-20 ("Un poco y no me veréis, y otro poco y me veréis… vuestra tristeza se cambiará en gozo")

Contemplación, vivencia, misión: Compartir la cruz y la resurrección de Cristo, significa vivir en sintonía con su Corazón "manso y humilde" (Mt 11,29), abierto en la cruz para comunicar la salvación a toda la humanidad. "Sobre todo, metámonos, y no para luego salir, mas para morar, en las llagas de Cristo, y principalmente en su costado, que allí en su corazón, partido por nos, cabrá el nuestro y se calentará con la grandeza del amor suyo" (S. Juan de Ávila, Carta 74). La presencia de Jesús resucitado da la sensación de ser "ausencia". Sólo el que lo ama lo descubre presente donde parece que no está.

*En el día a día con la Madre de Jesús: El dolor de la aparente "ausencia" de Cristo lleva al gozo de compartir, con María, su misma "espada" (cfr. Lc 2,35), junto a la cruz (cfr. Jn 19,25) y en el cenáculo de Pentecostés, esperando en oración las nuevas gracias del Espíritu Santo (Hech 1,14ss).

Ver el tema de la ASCENSION en Vocabulario ESPIRITUALIDAD y en AÑO LITURGICO (fiestas del Señor)