domingo, 13 de mayo de 2012

Fwd: “Si cada día nos arreglamos el cabello, ¿por qué no hacemos lo mismo con el corazón?” Gandhi.



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De: Shirley Colbert <shirleycolbert@hotmail.com>
Fecha: 13 de mayo de 2012 05:51:36 GMT+02:00
Asunto: "Si cada día nos arreglamos el cabello, ¿por qué no hacemos lo mismo con el corazón?" Gandhi.

Más allá de la inteligencia emocional

"El ser humano lleva millones de años viviendo en el planeta Tierra. La mayor parte del tiempo, la relación con su mundo afectivo, de forma similar a su relación con el medio externo, no ha sido demasiado equilibrada. Tenemos muchos indicios de ello: insatisfacción, insomnio, irritabilidad, represión, explosiones emocionales, fatiga, estrés y enfermedades psíquicas. También tenemos muchos signos de desequilibrio social que lo indican: la violencia y agresividad de unos contra otros, la falta de solidaridad entre los seres que compartimos el planeta, las prisas, la tensión, el egoísmo, los sentimientos generales de soledad y de infelicidad, y tantas otras señales que nos llevan a pensar que estamos realizando una gestión incorrecta de nuestro mundo emocional, de forma similar a la que estamos haciendo con los recursos del planeta."

Ecología emocional

 "Si cada día nos arreglamos el cabello, ¿por qué no hacemos lo mismo con el corazón?" Gandhi.

Dedicamos, toda nuestra vida a entrenar nuestra mente: adquirimos conocimientos, y nos enseñan a pensar, pero en el territorio emocional, en cambio, somos todos autodidactas, en mayor o menor medida. Hay quien considera las emociones como obstáculos que interfieren en nuestra dimensión racional.

La Ecología Emocional, sostiene que no es así y que las emociones son un lenguaje distinto y complementario. Una mente inteligente pero desconectada, de las emociones, construiría mapas de decisión equivocados y peligrosos. Las emociones dan color al paisaje y sirven para orientarnos en el mundo: nos indican si la ruta, que hemos elegido, es adaptativa o destructiva.

Principios para la gestión de conflictos.

Con cada una de las acciones que llevamos a cabo, en cada instante de nuestra vida, vamos colocando piezas en el fundamento de nuestro mundo interior bien en el sentido del equilibrio o en el del caos.

No hay que esperar cuando viene alguien para solucionar nuestra vida. Nosotros somos los únicos responsables; pero qué hacer cuando surgen conflictos, cómo gestionarlos para poder mejorar nuestro clima emocional…

Los principios para la gestión de conflictos, nos ayudan mantener nuestro equilibrio emocional.

1. Autonomía.
"Ayúdate a ti mismo y los demás te ayudarán". No somos responsables de lo que sentimos (las emociones no se eligen ni se planifican) pero sí de aquello que hacemos con lo que sentimos.
Una forma de ayudarse a uno mismo es descargarse del peso de las ofensas, librándose de los rencores y aprendiendo mejores estrategias para prevenirlas y solucionarlas.
Quien se ayuda a si mismo recibe ayuda.
Proponerse de no ejercer el papel de quejoso ni de víctima. Vale la pena abrirse a la vida y darse todas las oportunidades que uno se merece.
2. Prevención de dependencias.
"No hagas por los demás aquello que ellos puedan hacer por sí mismos".
Porque podemos ofenderles si lo hacemos. Sería como considerar que las otras personas son incapaces o menos competentes, y eso supone un asalto a su espacio de crecimiento, de libertad, de decisión, de aprendizaje. De ese modo, se establece una relación de poder y dependencia que genera ofensa y resentimiento. Además, implica una falta de respeto. No busquemos la excusa de nuestras emociones, que nos perjudican o perjudican a los demás, en los hechos de los otros.
3. Correspondencia o efecto bumeráng.
"Todo lo que les haces a los demás también te lo haces a ti mismo". Es decir, que:
  • si ofendemos, nos ofendemos; y
  • si perdonamos, nos perdonamos.
  • lo que emitimos, recibimos.
Así pues, si no nos gusta lo que recogemos, es preciso revisar lo que sembramos.
Busquemos la causa, siempre, dentro de nosotros mismos,
4. Reconocer la individualidad y la diferencia.
" No hagas a los demás, lo mismo que quieres para ti: ellos pueden tener gustos distintos".
Es importante, no ir por el mundo con una actitud de pensamiento único. La flexibilidad mental y el reconocimiento del derecho del otro a pensar y a sentir por sí mismo, dentro de un marco de valores que fomenten la convivencia, son estrategias esenciales para vivir libres de la carga de la ofensa.
Ninguna emoción, de ningún ser, puede tener acción, en nosotros, si nosotros estamos protegidos por el escudo del Amor y vibramos en esa sintonía.

5. Moralidad natural.
"No hagas a los demás aquello que no quieres que te hagan a ti".
¿No quieres recibir agresiones, críticas, insultos, humillaciones u ofensas? Pues el primer paso es no hacerlos uno mismo. ¿No quieres que te ignoren o que te aíslen, ni ser objeto de burlas, por tu modo de obrar o de ser? Pues no hagas eso a los demás. Vos elegís qué deseas reflejar, a tu entorno, y eso mismo recibirás.
6. Autoaplicación previa.
"No puedes hacer ni dar a los demás, aquello que no te das a ti mismo"  Conviene, empezar por uno mismo. Solo a partir de ahí es posible educar e influir positivamente en los demás.
Aunque hay quien piense que es posible. A veces, intentamos:
cuidar al prójimo, sin cuidar de nosotros mismos;
dar paz, sin tener sosiego interior;
recomendamos a los niños que se perdonen, pero vivimos peleados.
Tenemos un problema - división interna que genera sufrimiento.
Es importante, cuidar cómo se gestiona la actitud y la Conducta y lo que se hace con ellas.
7. Limpieza relacional.
"Tenemos el deber de hacer limpieza de las relaciones ficticias, insanas y que frenan nuestro crecimiento personal".
Somos responsables sobre nuestras relaciones. Y si estas son agresivas e irrespetuosas, dañan nuestra autoestima o ahogan nuestra posibilidad de ser, es preferible desprenderse de ellas. Porque si convivimos con alguien que ha elegido, vivir ofendido o que ejerce de ofensor, acabaremos contaminándonos emocionalmente.
"Pensar que algo nos será dado, sin que hagamos algo por ello, y quejarnos por no recibirlo, contribuye a la contaminación emocional"

"A donde el corazon se inclina, el pie camina"
              "Home is where the heart is"

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