lunes, 30 de abril de 2012

Fwd: [Unosmomentos] Lecturas del 1-5-12 (Martes de la Cuarta Semana Pascua)



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Unos Momentos con Jesús y María
 

Lecturas del 1-5-12 (Martes de la Cuarta Semana de Pascua)

 

SANTORAL:   San José, obrero

Lectura de los Hechos de los Apóstoles 11, 19-26

Los que se habían dispersado durante la persecución que se desató a causa de Esteban, llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, y anunciaban la Palabra únicamente a los judíos. Sin embargo, había entre ellos algunos hombres originarios de Chipre y de Cirene que, al llegar a Antioquía, también anunciaron a los paganos la Buena Noticia del Señor Jesús. La mano del Señor los acompañaba y muchos creyeron y se convirtieron.
Al enterarse de esto, la Iglesia de Jerusalén envió a Bernabé a Antioquía. Cuando llegó y vio la gracia que Dios les había concedido, él se alegró mucho y exhortaba a todos a permanecer fieles al Señor con un corazón firme. Bernabé era un hombre bondadoso, lleno del Espíritu Santo y de mucha fe. Y una multitud adhirió al Señor.
Entonces partió hacia Tarso en busca de Saulo, y cuando lo encontró, lo llevó a Antioquía. Ambos vivieron todo un año en esa Iglesia y enseñaron a mucha gente. Y fue en Antioquía, donde por primera vez los discípulos recibieron el nombre de «cristianos».
 
Palabra de Dios.
 

SALMO Sal 86, 1-3. 4-5. 6-7 (R.: 116, 1a)
 
R. Alaben al Señor, todas las naciones.
 
 
 ¡Esta es la ciudad que fundó el Señor
 sobre las santas Montañas!
 El ama las puertas de Sión
 más que a todas las moradas de Jacob.
 Cosas admirables se dicen de ti, Ciudad de Dios.  R.
 
 «Contaré a Egipto y a Babilonia
 entre aquellos que me conocen;
 filisteos, tirios y etíopes han nacido en ella.»
 Así se hablará de Sión:
 «Este, y también aquél,
 han nacido en ella,
 y el Altísimo en persona la ha fundado.»  R.
 
 Al registrar a los pueblos, el Señor escribirá:
 «Este ha nacido en ella.»
 Y todos cantarán, mientras danzan:
 «Todas mis fuentes de vida están en ti.»  R.
 
 
X Lectura del santo Evangelio según san Juan 10, 22-30
 
Se celebraba entonces en Jerusalén la fiesta de la Dedicación. Era invierno, y Jesús se paseaba por el Templo, en el Pórtico de Salomón.
Los judíos lo rodearon y le preguntaron: «¿Hasta cuándo nos tendrás en suspenso? Si eres el Mesías, dilo abiertamente.»
Jesús les respondió: «Ya se lo dije, pero ustedes no lo creen. Las obras que hago en nombre de mi Padre dan testimonio de mí, pero ustedes no creen, porque no son de mis ovejas.
Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy Vida eterna: ellas no perecerán jamás y nadie las arrebatará de mis manos. Mi Padre, que me las ha dado, es superior a todos y nadie puede arrebatar nada de las manos de mi Padre. El Padre y yo somos una sola cosa.»
 
Palabra del Señor.
 
 
Reflexión   
 
Muchas veces les había dicho Jesús a los judíos, que Él era el Hijo de Dios.
Se lo había probado inclusive con numerosos milagros realizados y también les había demostrado que las profecías del Antiguo Testamento se habían cumplido en Él.
 
Pero los judíos se resistían a creerle..., a aceptar sus palabras y no sabiendo y no pudiendo contradecirle, le vuelven a preguntar para que les diga si realmente es el Cristo.
 
Le anticipan la pregunta que el Sumo Sacerdote le hará al Señor durante la Pasión.
 
Esa gente, a pesar de que Jesús, con meridiana claridad había dicho que era el enviado de Dios;  no creyó.
 
Los llamados por el Señor, reciben el don de la fe. Pero para recibir ese regalo, debemos disponer nuestro espíritu por medio de la oración y además debemos ser humildes. Nos dice san Pedro que "Dios resiste a los soberbios y da su gracia a los humildes".
Ese espíritu de oración, esa humildad..., y por sobre todo el pedirle al Señor con perseverancia, con confianza de hijos "la fe", nos va a poner en condición de que nos sea otorgada.
 
Los judíos no creyeron porque no eran "ovejas del rebaño del Señor".  La "ovejas", escuchan al Pastor y lo siguen; pero quien no sintoniza interiormente con Jesús, no le cree, no lo reconoce como su Pastor.
 
Este pasaje del Evangelio nos da consuelo a los que queremos ser ovejas del Señor, a quienes creemos en él, lo queremos y nos hemos decidido a seguirlo. "Sabemos" que podemos confiar en Él; que nadie ni nada nos puede arrebatar de sus manos y de su rebaño porque como dice Jesús : "Mi Padre, que me las ha dado, es superior a todos y nadie puede arrebatar nada de las manos de mi Padre".
 
Y delante de ellos, Jesús hace una declaración que les cayó muy dura a los judíos, cuando asegura "Mi Padre y Yo somos una misma cosa".
 
Esa declaración de su divinidad fue tan clara, que quienes la escucharon, entendieron bien que Jesús se hacía y se decía Dios como el Padre.
 
Y precisamente por eso, porque entendieron que se arrogaba la naturaleza y el poder divinos, tomaron sus palabras como una blasfemia y quisieron apedrearle primero y luego hacerlo preso, pero él se les escapa de las manos.
 
Vamos a pedirle hoy al Señor que confiemos en su Palabra y que esa confianza nos ayude a vivir cerca suyo, seguros que si lo hacemos, siempre nos tendrá el Padre en sus manos.
  
Ofrezcan los cristianos
ofrendas de alabanza
a gloria de la Víctima
propicia de la Pascua.
 
Cordero sin pecado
que a las ovejas salva,
a Dios y a los culpables
unió con nueva alianza.
 
Lucharon vida y muerte
en singular batalla
y, muerto el que es la Vida,
triunfante se levanta.
 
¿Qué has visto de camino,
 María, en la mañana?
A mi Señor glorioso,
la tumba abandonada,
los ángeles testigos,
sudarios y mortaja.
 
¡Resucitó de veras
mi amor y mi esperanza!
 
Venid a Galilea,
allí el Señor aguarda;
allí veréis los suyos
la gloria de la Pascua.
 
Primicia de los muertos,
sabemos por tu gracia
que estás resucitado;
la muerte en ti no manda.
 
Rey vencedor, apiádate
de la miseria humana
y da a tus fieles parte
en tu victoria santa.
Amén.
 
Himno de la Liturgia de las Horas

 

SANTORAL:   San José, obrero

 
Hoy la Iglesia recuerda, en el día de los trabajadores, a san José, obrero. Pablo VI se ha expresado al respecto: "Vosotros, los hijos del trabajo, que durante siglos habéis sido los esclavos de la labor, buscad a aquel que declara que la vida es sagrada, que el obrero es libre de las cadenas que la primacía del materialismo y del egoísmo económico ha soldado no sólo en torno de los puños de los trabajadores, sino en torno de  su corazón y de su  espíritu... Buscad un principio, una razón que haga a los hombres iguales, solidarios entre sí, y que les devuelva la fraternidad. Y ello no en el odio contra otros hombres... Ya que todos viven en una comunidad natural, que traten de formar una sociedad humana y que sientan la grandeza de ser un pueblo".
El mundo humano es el mundo del trabajo, hecho por la inteligencia, a través de las manos que en medio de la naturaleza señalaron el camino del progreso y la cultura. Dios concedió manos a otras especies, pero sólo a la mano del hombre le dio el carácter de herramienta. Toda la técnica sobre la cual se asienta la civilización es prolongación de esa mano que Dios otorgó al hombre.
Hoy celebramos al padre nutricio de Jesús, justo y humilde carpintero de Nazaret, que pasa la vida no sólo en la meditación y la oración, sino también en las fatigas de su artesanía. José es el símbolo de la prudencia, del silencio, de la generosidad, de la dignidad y de la aplicación en el trabajo; también lo es de los derechos y de los deberes respecto del trabajo.
San José fue un auténtico obrero en el pleno sentido de la palabra, y el único hombre que compartió con el Hijo de Dios la tarea de todos los días.
Recordamos hoy a todos los trabajadores de nuestra patria y del mundo, pidiendo al cielo para que sean instrumento de paz, de evangelización, de serena inteligencia, de  valor y de confianza en sí mismos, de esperanzas de bien y de fervientes voluntad, dignos y sin retaceos en la hermandad de los hombres.
Juan Pablo II enseñaba que los hombres descubren pronto la cruz en su trabajo; precisamente por ello el esfuerzo humano es redentor, pues Cristo lo ha unido a su pasión: también él fue obrero y predicó su evangelio del trabajo conociendo íntimamente esta realidad que tiene por protagonistas a todos los hombres y mujeres del mundo.
 

Otros Santos cuya fiesta se celebra hoy: Nuestra Señora de Estíbaliz. Santos: Jeremías, profeta; Amador, Asaf, obispos; Orencio, Paciencia, Columba, Anonimata, Andéolo, Segismundo, rey, mártires; Peregrino, Isidora, Arnulfo, Cariulfo, Domardo, Ricardo Pampuri, confesores; Grata, viuda. 


 

Otros Santos cuya fiesta se celebra hoy: Fiesta de María Reparadora. Santos: Félix, Flaminia, Saturnino, Germán, Celestino, Exuperio, Ciriaco, Teódulo, Florencio, Eugenio, Longinos, Zoe, mártires; Antonino Pierozzi, confesor; Daniel, monje

 

Aclaración: Se han utilizado para la preparación de las reflexiones que acompañan las lecturas, textos de distintos autores: Hablar con Dios del P. Fernández-Carvajal, Cinco Minutos con Dios del P. A. Milagros, Meditaciones del Pueblo de Dios del P. E. López Rosas, Buenas Noticias para cada día del P. J.M.Garuza, Encuentros Bíblicos del P. M. Wiechs, Por los Caminos del Señor del Card. C. Martini, Palabra de Dios para cada día del P. N Quesson, Pensar por Libres del P. E. Monasterio, etc.. y los comentarios de la Biblia Latinoamericana y de EUNSA.  También se han incluido Himnos y Salmos de la Liturgia de las Horas y se han utilizado las biografías de Amigos de Dios y de los Hombres, de Esther Pizzariello de Leoz, y 365 Historias de Clovis Bovo, para la preparación del Santoral.

Los realizadores de esta recopilación de textos no pretenden en ningún caso atribuirse la autoría de los mismos, ni persiguen ningún fin de lucro ni otro, que no sea la propagación de la Palabra de Dios y la doctrina católica.
 
Unos Momentos con Jesús y María
 
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